Inculcar una rutina efectiva de higiene bucal infantil es crucial para el cuidado de su salud dental. Te damos las claves para el correcto cepillado, uso de hilo dental y otros hábitos saludables.
Los primeros años son vitales para la salud dental de los pequeños, pues es cuando se estructuran los huesos maxilares y erupcionan los dientes definitivos. Por eso, es importante que aprendan desde muy temprana edad los buenos hábitos de higiene.
Los padres juegan un rol fundamental en la enseñanza de estas rutinas y en garantizar su cumplimiento diario. Veamos paso a paso cómo lograr una higiene bucal óptima en los niños.
Cepillado dental para la correcta higiene bucal infantil
Incluso antes de que erupcionen los dientes, se debe limpiar las encías con una gasa húmeda después de cada toma de leche. De este modo se eliminan los restos que podrían acumularse y causar caries en un futuro.
Una vez que comiencen a salir los primeros dientes de leche, aproximadamente a partir de los 6 meses, se debe empezar con el cepillado utilizando pastas dentales fluoradas específicas para bebés. Se recomienda usar cepillos infantiles de cerdas muy suaves y cabezas pequeñas para adaptarse a la boca del niño.
Los movimientos deben ser suaves y cortos, barriendo con delicadeza todas las caras del diente. Se debe utilizar solo una pequeña cantidad de pasta del tamaño de un grano de arroz. El cepillado debe realizarse al menos dos veces al día, después de cada comida o antes de dormir.
Es importante que los padres supervisen y asistan el cepillado de los niños hasta aproximadamente los 7-8 años, edad en la que suelen tener la destreza manual suficiente para hacerlo solos correctamente. Pero se aconseja seguir revisando la técnica periódicamente.
Incorporación progresiva del hilo dental
El uso de hilo o seda dental puede iniciarse cuando haya suficiente destreza manual, sobre los 8-10 años de edad. Se debe enseñar al niño la técnica correcta de uso para prevenir lesiones en los tejidos.
Lo ideal es comenzar con hilos dentales especiales para niños, que son más gruesos y fáciles de sujetar. Se debe cortar un trozo de unos 30 cm, enrollar cada extremo alrededor de los dedos medio de cada mano y proceder con delicadeza diente por diente.
Se introduce suavemente el hilo en cada espacio interdental, adaptándolo con cuidado a la forma de la papila. Luego se realizan movimientos verticales de arriba hacia abajo para limpiar las superficies laterales de cada pieza.
Es importante no forzar el paso del hilo si se encuentra resistencia. Y tener precaución en zonas con escasa papila para no lesionar el tejido. Después de limpiar 3-4 espacios, se debe renovar el hilo dental.
Con paciencia y supervisión, el niño irá adquiriendo la destreza necesaria para realizar esta importante parte de la higiene bucal diaria. El odontopediatra puede guiar en la enseñanza de la técnica.
Visitas periódicas al odontopediatra
Se recomienda la primera visita al dentista después de la erupción del primer diente y, posteriormente, revisiones cada 6 meses para monitorear el desarrollo.
Dieta equilibrada y baja en azúcares
Una alimentación balanceada con alto contenido de calcio y vitaminas, y baja en hidratos de carbono fermentables, favorece la salud bucodental infantil.
Adquirir estos buenos hábitos desde pequeños y llevar un control periódico profesional es la mejor manera de prevenir problemas y mantener una boca sana toda la vida. Consulte con su odontopediatra.
En nuestro centro contamos con especialistas dedicados a cuidar la salud bucal de los niños a través de revisiones, educación y tratamientos preventivos.