La mordida cruzada es una alteración en la alineación dental y maxilar donde los dientes superiores no encajan correctamente con los inferiores al cerrar la boca. Esta condición puede afectar tanto a la estética dental como a la funcionalidad, ocasionando problemas para masticar, hablar e incluso respirar. Existen diferentes tipos de mordida cruzada, como la anterior, la posterior y la bilateral, dependiendo de las zonas dentales afectadas.
Este problema puede presentarse en niños y adultos, y aunque es más frecuente durante la infancia. Tratarlo a tiempo evita complicaciones más severas en el futuro. Además, su impacto no se limita únicamente a la boca, ya que puede desencadenar dolores musculares, de cabeza y trastornos en la articulación temporomandibular.
Principales causas de la mordida cruzada
La mordida cruzada tiene múltiples causas que incluyen factores genéticos, hábitos adquiridos y condiciones médicas subyacentes. Estas son algunas de las más comunes:
Factores genéticos
Una de las razones más frecuentes está relacionada con la herencia. Si los padres o familiares cercanos tienen problemas similares, es probable que los hijos presenten esta condición. El tamaño y la forma de los huesos maxilares y la disposición dental también pueden influir en su aparición.
Hábitos orales perjudiciales
El uso prolongado de chupetes, el hábito de chuparse el dedo o el uso incorrecto del biberón pueden alterar el desarrollo normal de los maxilares en la infancia. Estos hábitos pueden llevar a un crecimiento descompensado y generar una mordida cruzada.
Condiciones médicas
Problemas como la respiración bucal crónica, la hipertrofia de las amígdalas o adenoides y anomalías en el desarrollo del paladar pueden contribuir al desarrollo de una mordida cruzada. Estas condiciones suelen requerir un diagnóstico multidisciplinario para identificar y tratar sus causas.
Impacto de la mordida cruzada en la salud general
Si no se corrige a tiempo, la mordida cruzada puede ocasionar diversas complicaciones que afectan la calidad de vida del paciente. Entre los riesgos más destacados están:
- Problemas en la articulación temporomandibular (ATM): el mal alineamiento puede generar un desgaste irregular en la articulación, ocasionando dolores faciales, de cabeza y dificultad para abrir o cerrar la boca.
- Desgaste dental excesivo: la incorrecta distribución de las fuerzas al masticar puede acelerar el desgaste de los dientes, aumentando el riesgo de caries y sensibilidad.
- Dificultades en el habla: la posición incorrecta de los dientes puede interferir con la pronunciación de ciertos sonidos, especialmente en niños.
- Problemas estéticos: la mordida cruzada puede alterar la apariencia del rostro, afectando la autoestima del paciente.
Métodos de diagnóstico para la mordida cruzada
Detectar la mordida cruzada requiere una evaluación exhaustiva por parte de un profesional en odontología. Los métodos más utilizados incluyen:
- Examen clínico: permite identificar signos visibles como la mala alineación de los dientes o un crecimiento asimétrico de los maxilares.
- Radiografías dentales: ayudan a analizar la estructura ósea y la posición de los dientes en relación con el maxilar y la mandíbula.
- Modelos de estudio: la creación de moldes o modelos tridimensionales permite evaluar en detalle cómo encajan los dientes y planificar el tratamiento adecuado.
Tratamientos disponibles para la mordida cruzada

El tratamiento de la mordida cruzada dependerá de la edad del paciente, la gravedad del problema y las causas subyacentes. Algunos de los enfoques más comunes incluyen:
Aparatos de ortodoncia
Los brackets y alineadores transparentes son herramientas eficaces para corregir la mordida cruzada, especialmente en adolescentes y adultos. Estos dispositivos aplican presión gradual para mover los dientes y lograr una alineación adecuada.
Expansores palatinos
En los niños, los expansores palatinos se utilizan para ensanchar el maxilar superior y corregir el desajuste entre los dientes superiores e inferiores. Este tratamiento es más efectivo cuando el paciente está en crecimiento.
Cirugía ortognática
En casos severos donde la mordida cruzada esté relacionada con un problema óseo, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para realinear los maxilares. Este procedimiento se realiza generalmente en adultos.
Terapia miofuncional
En pacientes con hábitos orales perjudiciales o problemas musculares, la terapia miofuncional puede ser una opción complementaria al tratamiento ortodóntico. Su objetivo es reentrenar los músculos de la boca y la lengua para mejorar la función oral.
Prevención de la mordida cruzada en niños
Aunque no siempre es posible prevenir la mordida cruzada, adoptar ciertas medidas puede reducir su aparición o facilitar su detección temprana. Es importante promover hábitos saludables como evitar el uso prolongado de chupetes y fomentar la respiración nasal en lugar de bucal. Las visitas regulares al odontopediatra permiten identificar problemas en etapas iniciales, lo que facilita su tratamiento.
Abordar la mordida cruzada desde edades tempranas no solo evita complicaciones futuras, sino que también garantiza un desarrollo adecuado de la estructura bucal y una mejora significativa en la calidad de vida. Con la orientación de un especialista en ortodoncia, es posible corregir esta condición y prevenir los problemas de salud asociados.