La colocación de implantes dentales mediante cirugía es uno de los tratamientos más efectivos para reemplazar dientes perdidos. Te explicamos en qué consiste este procedimiento, el postoperatorio y los cuidados necesarios.
La pérdida de piezas dentales puede tener consecuencias funcionales y estéticas importantes. Afortunadamente, los implantes dentales osteointegrados permiten reponer dientes ausentes de manera fija, duradera y no removible.
Este tratamiento consta de una fase quirúrgica para insertar el implante en el hueso y una fase prostodónica para colocar la corona o diente artificial sobre el implante integrado. Veamos más en detalle en qué consiste.
Fase quirúrgica: colocación del implante dental
La cirugía de colocación del implante se realiza bajo anestesia local para evitar cualquier molestia. El cirujano realizará una incisión en la encía para exponer el hueso maxilar de la zona edéntula donde se desea insertar el implante.
Utilizando la técnica más avanzada disponible, se perforará un orificio en el lugar exacto donde se alojará el implante, respetando distancias de seguridad con dientes y estructuras circundantes.
Luego se ensancha progresivamente ese orificio o lecho implantario hasta conseguir el diámetro necesario para insertar el implante seleccionado. Se introduce el implante de titanio dentro del alvéolo siguiendo el eje y angulación previamente planificados.
El cirujano comprobará que quede totalmente estable en la posición ideal, quedando la cabeza del implante oculta bajo la encía. Por último se sutura la encía con puntos quirúrgicos que se retirarán a los 7-10 días.
El implante permanecerá enterrado bajo la mucosa durante el tiempo necesario, habitualmente entre 2-6 meses, para que se produzca la osteointegración o anclaje del implante al hueso maxilar.
Postoperatorio y cuidados tras la cirugía de implantes dentales
Durante la primera semana después de la cirugía se aconseja reposo relativo durante las 24-48 horas siguientes a la intervención, evitando actividades que requieran esfuerzo físico.
Es recomendable seguir una dieta blanda, tibia y poco condimentada para no irritar la zona. Alimentos como yogures, purés, sopas o pescado son bien tolerados.
Se debe realizar enjuagues bucales 2-3 veces al día con antisépticos como la clorhexidina para prevenir infecciones. También ayudan a mantener la higiene en la herida quirúrgica.
El dentista prescribirá analgésicos y/o antiinflamatorios para controlar el dolor o inflamación post-quirúrgica si fuera necesario. Aplicar frío local con una bolsa de hielo durante 10-20 minutos varias veces al día también alivia la inflamación.
Es muy importante extremar la higiene bucal en la zona de la cirugía mediante cepillado suave y enjuagues antisépticos para evitar la acumulación de placa bacteriana que podría infectar la herida e incluso comprometer al implante.
Seguindo estas recomendaciones en los días posteriores a la cirugía, se favorecerá una recuperación más rápida y confortable.
Fase prostodóncica: colocación de la corona sobre el implante
Una vez integrado el implante al hueso, en una segunda cirugía se descubre el implante y se toman impresiones para fabricar la corona o diente artificial personalizado. Por último se fija sobre el implante ya osteointegrado.
Los implantes dentales mejoran notablemente la calidad de vida. Siguiendo los cuidados adecuados, el tratamiento permite disfrutar de una prótesis fija de por vida.